Desde hace unos 500 años la forma de los violines no ha cambiado mucho y los violinistas anhelan especialmente poder tocar (ya no digo poseer) alguno de los modelos de violín construidos hace siglos, como por ejemplo un Stradivarius.




Ahora el diseñador Gerda Hopfgartner, en colaboración con un lutier de Viena, ha presentado el “violín del siglo XXI” en la Semana del Diseño de Tokio. Construido con materiales actuales estamos ante un violín semiacústico de cuatro cuerdas cuyo diseño imita las “curvas femeninas” y se aleja de los diseños barrocos.


¿Habrá conseguido Gerda no solamente un violín de diseño revolucionario sino también con sonido mejorado? Aunque en el proceso de construcción se usen tecnologías y materiales actuales dudo bastante esto se haya conseguido, son muchos los factores que influyen en la calidad del sonido de un violín y uno de ellos es la antigüedad de la madera. Quizás la tecnología no pueda sustituir siempre lo antiguo.

Fuente: Muy Interesante